Diario de un Consejero de Ciencia.
Semana 67.

Buenas noches, 

Quisiera comenzar con una entrevista que concedió ayer el DG Innovación sobre cómo se ha logrado el plan de extensión de banda ancha, para que sepais cuales son nuestras dificultades y como llevamos un año trabajando para mejorarlo. Todas las claves están aquí:

Seguimos en una situación epidemiológica no muy buena. Como tenemos un exceso de información sobre la evolución de la misma que no es normal quería intentar que estas líneas sirvieran para leer otras cosas, porque la vida sigue y hay cosas que no pueden quedar sin desatender, como elaborar un presupuesto para 2021 que esté alineado con los fondos europeos y que permitan su despliegue, o acabar de ejecutar el presupuesto ordinario. 

Quería intentar no nombrar nada del coronavirus, pero es que leo cosas que me llaman la atención, y no para bien. No podía dejar pasar una de ellas, verán, hoy mucha gente ha compartido el titular de esta noticia y esta foto. No es cuestión tampoco de poner ni nombre de medios ni de personas, porque supongo que estas cosas se hacen sin mala intención:

Supongo que todas las personas que la comparten están suscritas a este medio de comunicación y han podido leerla, supongo que otras se habrán quedado en la foto y el titular -probablemente la mayoría-; a nosotros esta noticia y muchas otras nos llega en el clipping que tenemos contratado; yo la he leído y nada que objetar. Mucha sensatez en las declaraciones y mucho consenso en que nos enfrentamos a un virus que sigue siendo desconocido y que las situaciones cambian drásticamente, y que necesitamos colaboración para salir de esta.

El problema está cuando te quedas en la foto, en el título y con un poco de suerte en la entradilla de la noticia y no te lees el resto. Por eso voy a permitirme hacer un análisis de esta portada. El título “La segunda ola de la COVID doblega a los asturianos” no es afortunado, aquí no nos ha doblegado nadie, se controló la primera vez, se controlará esta vez y se controlará las que haga falta, a este virus o a otros que vengan en el futuro. Nuestro problema hoy por hoy es la presión hospitalaria y las ayudas a los colectivos que necesitan ayuda, y se ha estado y se está trabajando muy duro para solucionar ambas cosas a no más tardar. Hay material de sobra y hay otras noticias que solo buscan hacer daño a propósito.

La entradilla de la noticia tampoco es afortunada cuando dice “… en Asturias, que ahora registra imágenes propias de la crisis que sufrió Madrid” mientras que la foto recoge a una anciana siendo trasladada por personal sanitario de una residencia (se lee incluso el nombre de la misma) al hospital. Repito, una anciana siendo trasladada de una residencia al hospital, una imagen, la de este tipo de traslados, muy propia de la crisis  que sufrió Madrid, ¿verdad que sí? Bien, por mi parte no pienso dedicar un segundo más de mi vida a comentar cosas así, me las dejaré para mi argumentario personal en caso de que algún día me haga falta.

Estamos literalmente inundados de información y no leemos más cosas, por eso voy a tratar de ponerles aquí enlaces a otro tipo de información, mucha de ella en forma de estudios científicos, que nos demuestran que nos enfrentamos a un virus que sigue siendo desconocido.  En general la ciencia sigue desconociendo aún muchísimas cosas, y se dan por válidas hipótesis de trabajo publicadas en servidores preprint, no sometidos a evaluación por pares, que en condiciones normales no verían la luz en meses o en años. Y hay que tener cuidado porque todo puede contribuir a desinformar, aunque su publicación se haga con buena intención. Voy a ponerles tres ejemplos:

  1. Eventos de supercontagio

Sorprende el mecanismo de dispersión del virus, y de momento todo son hipótesis sin contrastar. Toda Europa está como España, y he leído muchos intentos de explicar por qué se está propagando así, en estas olas tan imprevisibles. Que si la meteorología, que si la población más o menos envejecida, que si los déficits de vitamina D, que si la inmunidad de rebaño (Suecia no impone el uso de mascarilla), pero no hay ninguna explicación satisfactoria. Si se leen este artículo, verán que la comunidad científica no tiene ninguna explicación de por qué unas pocas personas son las responsables de la mayoría de los brotes y por tanto de los contagios. Es un artículo de mayo, y todavía no se ha avanzado nada al respecto más que corroborar esta curiosa forma de dispersión. Hay estudios en donde se ha caracterizado que una sola persona contagió a más del 80% de personas que estaban con ellas en pocas horas, mientras que en muchos otros casos el virus parece carecer de potencial contagioso. Estos eventos de supercontagio se han detectado a lo largo y ancho del mundo. De hecho, existe cada vez un consenso más amplio de que la mayor parte de personas infectadas no transmiten el virus a nadie. De forma global, se estima que el 10-20% de los casos positivos son responsables del 80-90% de los contagios, mientras que alrededor del 70% de casos no transmiten el virus a nadie (https://wellcomeopenresearch.org/articles/5-67/v3).  Esta forma de dispersión se modela con un parámetro denominado k, del que tal vez algún día escuchen hablar. O eventos de supercontagio o ausencias de contagio, ¿cómo se explica esto? No lo sé. 

  1. Aparente efecto protector de las mascarillas

Tampoco tiene explicación. Hace unas semanas me hacía eco en uno de los diarios del aparente efecto protector de llevar mascarilla, observado en diferentes países pero sobre todo en los EEUU, un país que siempre ha hecho muchos tests y en los que el sesgo del muestreo sobre este tipo de observaciones estaría, al menos, minimizado. En España un estudio liderado por Vicente Soriano, director del Centro Médico de la Universidad Internacional de La Rioja, ha observado esto mismo en tres brotes de Madrid que los autores caracterizaron. El resultado, aquellos pacientes que usaban mascarilla presentaron síntomas menos graves de la COVID19. Que una dosis menor del virus esté protegiendo en cierta forma o actuando a modo de pre-inmunización, minimizando posibles síntomas, es algo totalmente inaudito y que necesita más estudios científicos para esclarecer el porqué (en caso de que esta hipótesis sea cierta). Pero ahí están los datos.

  1. Incapacidad de predecir la evolución del virus mediante modelos matemáticos. 

No voy a extenderme mucho en esta parte, simplemente hacerme eco de la entrevista concedida a Susanna Manrubia, del CSIC, y a Juan José Nieto Roig, catedrático de la USC. Eso sí, de los datos que se obtengan en esta pandemia se podrán modelar futuras pandemias causadas por nuevos coronavirus… que seguro que vendrán. Igual que la vacuna: si en 2003 se hubiera acabado de desarrollar la vacuna contra el SARS, hoy sería posible tener una vacuna mucho antes. Pero los plazos son los que son. Una vacuna tiene que ser eficaz, y eso lleva ensayos y tiempo, y por mucho que uno quiera correr hay cosas donde no se puede ir más rápido.

Con toda esta situación tan complicada puedo asegurar, de primera mano, que el Gobierno de Asturias está haciendo todo lo posible, y que no es fácil. No es fácil responder a la inmediatez que pide la sociedad para cosas que no son inmediatas, y que necesitan reflexión, maduración y muchos datos independientes. A pesar de haber superado dos días seguidos los 500 casos al día, nuestra situación sigue siendo mucho mejor que muchísimas otras regiones, tanto españolas como europeas, desde el punto de vista epidemiológico, y se está trabajando todo lo posible por aliviar la presión en los hospitales e intentar ayudar a los colectivos más afectados por los cierres.

Y ahora información sobre la consejería. Vamos a comenzar con fondos europeos, esos grandes desconocidos. Parece que ahora va a haber una carrera a ver quién presenta más proyectos, al peso, mi pregunta es ¿dónde se presentan esos proyectos? Porque claro, para presentarlos tiene que haber una convocatoria, un plan… algo. ¿No es eso lo que ya hacemos con las convocatorias de nuestros Planes de Ciencia? 🙂 Como ya se ha anunciado, ninguno de estos fondos europeos se va a territorializar, lo que quiere decir que todos serán gestionados por el Gobierno de España. Pero una parte sustancial de los mismos van a desplegarse en “co-gobernanza” con las comunidades autónomas. Y ahí está el quid de la cuestión, preparar esa co-gobernanza bien a pesar del coronavirus, porque no es una cuestión de tener ideas o proyectos, es de tener mecanismos para desplegarlos. Y si quieren más información, invito a toda esta gente que sale a los medios hablando de proyectos, ideas etc. a que se estudien el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2021: ahí están las claves para saber cómo aterrizar cualquier proyecto o idea respetando la legislación vigente: https://www.sepg.pap.hacienda.gob.es/sitios/sepg/es-ES/Presupuestos/PGE/ProyectoPGE2021/Paginas/ProyectoPGE2021.aspx 

Por cierto es información que lleva online desde el 28 de octubre. ¡Buena lectura!

Más cosas, ayer se cumplía el primer aniversario de la muerte de nuestra insigne científica, Margarita Salas, y en su honor hemos creado los Premios “Ciencia en el Aula Margarita Salas”, que buscan fomentar las vocaciones científicas en el alumnado, favorecer las disciplinas STEAM y combatir la brecha de género, algo por lo que Margarita luchó toda su vida. De esta forma aportamos nuestro granito de arena para acercar la ciencia al alumnado y a vincular dos mundos tan relacionados: la educación y la investigación científica.

Hemos renovado y convocado también el Consejo Asturiano de Ciencia, Tecnología e Innovación (CACTI), donde hemos pedido al ecosistema científico tecnológico que esté alerta por si hiciese falta cualquier tipo de acción contra la COVID19, si así se solicita por las autoridades sanitarias. Este consejo es fundamental para monitorizar y evaluar el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación, y también será clave para informar y realizar el seguimiento de la futura estrategia S3. 

Y por último, el Ministerio de Ciencia e Innovación ha acordado un Pacto por la Ciencia y la Innovación con más de 30 asociaciones científicas, académicas, empresariales y sociales, entre las que se encuentra mi querida Asociación Española para el Avance de la Ciencia. Es un pasito más hacia ese tan ansiado Pacto de Estado por la Ciencia, y que reforzaría y protegería las políticas de inversión en I+D+i a futuros en tres ejes fundamentales: aumentar los recursos, reforzar las agencias financiadoras y atraer y retener talento. No es cuestión de llegar a un 2 o 3%, la clave es cómo llegar de una forma eficaz. 

Contempla medidas para aumentar los recursos, reforzar el papel de las agencias financiadoras y atraer y retener talento.

Y nada más, esta semana dejo de poner los datos globales de la pandemia. Todos los datos y cuadros de mando que le hacen falta a cualquiera que quiera seguir la pandemia de forma personalizada están aquí: https://coronavirus.asturias.es

¡Hasta la semana que viene!

PD. Esperemos que el cambio de presidencia en los EEUU también sirva para recuperar ese apoyo global a la ciencia, a la innovación y la conciencia sobre el cambio climático que tenemos en ciernes.

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