Diario de un Consejero de Ciencia.
Semana 78.

Por Borja Sánchez

Buenas noches,

Vamos cogiéndole el ritmo a este 2021 a pesar del coronavirus. Llama la atención que sigue habiendo manifestaciones de negacionistas, como la que se celebró ayer por la tarde en Madrid. En fin, algo tendremos que hacer desde la comunicación científica cuando hay gente que pone en duda, aún a día de hoy, si esta pandemia la está causando o no un coronavirus. Este mismo colectivo, antivacunas, anti5G, antineuronas en general, dice también que la vacuna puede causar modificaciones genéticas. Pues si es así no lo dejéis pasar caray, menuda oportunidad tenéis para dejar atrás vuestra ignorancia anacrónica, que ya no estamos en la alta edad media (entiéndase el sarcasmo). Mientras tanto, el mundo va por 98 millones de contagiados y más de 2 millones de muertos. A este respecto, muy preocupante el artículo de Science donde informa sobre nuevas variantes del virus. Un tema a vigilar muy de cerca: en el punto de mira la cepa británica, la sudafricana y la brasileña/japonesa.

Vamos a otros temas de ciencia. En primer lugar decir que nos ha hecho mucha ilusión el artículo publicado por la Comunidad Invertia, de El Español, sobre la estructura de nuestro presupuesto, porque no es habitual que alguien ponga la estrategia por encima de los grandes datos presupuestarios, y menos aún que se hagan eco de ello. Asturias es una CCAA de las pequeñitas, y no se caracteriza por ser una comunidad que haya apostado por la I+D+i en los últimos años -esto no lo digo yo, lo dicen la hemeroteca y las estadísticas- y por tanto tampoco hemos visto iniciativas para crear ni la gobernanza adecuada, ni tampoco ninguna estrategia.

Piensen que en Euskadi la política de I+D+i ya se impulsaba en 2007, y en Cataluña en 2002 de la mano de Fundaciones como ICREA, Ikerbasque y entidades sin ánimo de lucro como Innobasque. Hay muchos más ejemplos: Galicia ya impulsaba su agencia de innovación en 2010, o Andalucía incorporaba a su agencia de promoción económica la gestión de las convocatorias de innovación. Tenemos mucho analizado sobre todos estos puntos. La Consejería viene, por supuesto, a cambiar esta inercia, por eso nos ha gustado especialmente un artículo que, más allá de las cifras, resalta la estrategia. Así, la innovación social y tecnológica en la zona rural es uno de nuestros ejes de actuación, y por eso queremos transformar nuestros CDTLs en laboratorios de innovación social. Obviamente 1,6 M€ pueden antojarse escasos al lado de CCAA que manejan un presupuesto mucho mayor que el nuestro. Tampoco pueden parecer muchos los 800.000 € de nuestra convocatoria de misiones científicas, pero son cimientos donde poder crecer en el futuro y donde apalancar inversión competitiva de todo tipo. Lo importante, tener estrategia, planificación y orden, un orden cuyo epítome es el mes de febrero, fíjense cómo están organizados sus 28 días, perfectamente cuadrados en sus 4 semanas. El año que viene lo analizaremos.

Más cosas, durante 2020 se dispararon las solicitudes de patentes nacionales, un indicador clave de la innovación. Según las estadísticas de la Oficina Española de Patentes y Marcas, se solicitaron 1.479 patentes (un 8,9% más que en 2019) y  3.409 modelos de utilidad (un 24,6% más). Hay aún otra forma más de proteger la propiedad intelectual, que es el secreto industrial, y lo interesante de todo esto es que este incremento también se traduzca en un incremento de las licencias, es decir, patentes o modelos de utilidad transferidos a las empresas para que los exploten. La licencia de una patente fue la herramienta para crear la spin-off de la que soy socio fundador, así que es una vía de lograr incrementar la tan ansiada transferencia de conocimiento. Más información aquí: http://bit.ly/3qDpdkA

El miércoles visité el centro tecnológico Idonial para conocer 3 proyectos europeos de construcción en impresión 3D que sitúan a nuestra región a la vanguardia de la fabricación aditiva . Estos proyectos y sus consorcios desarrollan la tecnología que permite imprimir en cemento especial grandes estructuras e incluso casas. Uno de los proyectos, justamente en el que colaboran #ArcelorMittal y #Vipasa, pondrá en marcha plantas piloto y laboratorios para validar las nuevas técnicas, que aumentan la precisión y reducen el tiempo de ejecución. Tuve también la ocasión de felicitar a Idonial por el reciente éxito  de entrar en tres proyectos del Programa Cervera, del Ministerio de Ciencia e Innovación, que impulsa redes de colaboración.

Nada más de momento, acabo de mirar la agenda de la semana que viene y madre mía… mete pánico, ahora sí que puede decirse que hemos arrancado definitivamente. Voy a añadir unas reflexiones sobre la palabra “palo” y sus diferentes acepciones, así como su relación con la política. Hay que ver lo rico que es el español, cómo una sola palabra puede tener tantas connotaciones y significados (gracias a las dos personas responsables de la inspiración de las líneas que vienen ahora).

La palabra palo, deriva del latín palus, que venía a ser un «poste, algo hincado y bien fijado” . El diccionario de la lengua española recoge las diversas acepciones del término, 27 en total. Así, un palo puede designar una “Pieza de madera u otro material, mucho más larga que gruesa, generalmente cilíndrica y fácil de manejar”, o el mango de algunos utensilios como la escoba, o ser simplemente un sinónimo de madera: decimos cuchara de palo y no de madera. De hecho, con la palabra palo se designa a cada uno de los varios tipos de madera en hispanoamérica. En algunos lugares se dice caballito de palo (como la canción) en vez de caballito de madera. Un palo, es también el golpe que se da con el propio palo y, cosa curiosa, un palo es un boomerang que no vuelve, como el que les muestro a continuación:

Hay otros significados menos conocidos del término. Por ejemplo, el palo era la “pena capital que se ejecutaba en un instrumento de palo, como la horca o el garrote”, el “pezón por donde una fruta pende del árbol”, el “trazo de algunas letras que sobresale de las demás por arriba o por abajo, como el de la d o la p.” o cada una de las variedades tradicionales del cante flamenco (la bulería es un palo flamenco). En heráldica, el palo es la pieza “rectangular que desciende desde el jefe a la punta del escudo, y ocupa la tercera parte del ancho total. Representa la lanza del caballero y la estacada o palenque de los campamentos”.  Dependiendo del grosor, función y flexibilidad del palo hablamos de vara (palo largo y delgado), bastón (sirve para apoyarse al andar), que además pueden ser signos de mando. El palo grueso y fuerte se llama garrote, tranca; el palo de forma arqueada en un extremo, cayado y cachava y el palo de palisandro o de saúco son varitas de Harry Potter (el palo de la muerte).

Dar el palo es sinónimo de robo o atraco (ayer me dieron el palo volviendo a casa por la noche; eso sí, antes del toque de queda), pero cuando algo te “da palo”, es que te da vergüenza hacerlo. Vamos a los deportes, en fútbol, cuando el balón pega en el marco de la portería suele escucharse un “uyyyyy al palo”, y de hecho cada uno de los postes y el larguero suelen llamarse palos. Así, el portero se sitúa muchas veces “bajo palos”. El palo es el “dispositivo” de otros deportes, como el palo de golf, o el de billar. En náutica, es la palabra que da nombre a “cada uno de los maderos que se colocan perpendicularmente a la quilla de una embarcación, destinados a sostener las velas.”  De ahí la expresión “lo colgaron del  palo mayor”. La pata de palo era la pieza de madera con la que se suplía la pierna que le faltaba a ciertos piratas o marineros, muchas veces arrancadas de cuajo por los proyectiles de un cañón. Un palo también puede estar en un gallinero. Las gallinas y gallos tienen tendencia a subirse a ellos, y de ahí la expresión “estar más sucio que el palo de un gallinero”.  Andar tieso como un palo, o con un palo metido en salva sea la parte, denota una postura erguida y rígida, pero “poner a alguien tieso como un palo” es cantarle las cuarenta o leerle la cartilla a alguien. Aunque a veces no aprenden“ni a palos”. Y ya, si has heredado el carácter de tus progenitores, suele decirse “de tal palo tal astilla”.

Son anagramas de palo, opal, lapo y pola, que es el nombre de muchos pueblos de Asturias como en el que vivo, Pola de Laviana. Palo va incluída en muchas palabras. Por ejemplo acaban por palo el sépalo (que es una parte de las flores, las que forman la parte de abajo o cáliz), varapalo, la primera persona del presente de indicativo del verbo empalar (empalo). Empiezan por palo un pájaro (la paloma), un delantero que no baja a defender (palomero), el piso donde viví de alquiler en Villaviciosa en 2006 (el palomar) o palote, que lejos de la grosería que alguna mente sucia estará imaginando, es el tipo de pala con el que se remueve y trabaja la tierra en Asturias (de ahí el verbo palotiar). Claro, el femenino de palo es pala, que también es el “dispositivo” de algunos deportes acuáticos, o de pelota, la parte de bambú con la que se fabrica la caña del oboe, o la parte que se mueve de los aerogeneradores a las que yo me empeño en denominar insistentemente como aspas. Los palos son cada una de las cuatro series que componen una baraja de naipes y en Asturias, cuando entras en una sidrería, los palos de sidra son las sidras de los diferentes llagares (bodegas).

Cuando algo es feo o desagradable, a veces se dice que “no lo tocaría ni con un palo”, y cuando alguien es de naturaleza baja y ruin, solemos referirnos a él como una “mierda pinchada en un palo”. En cambio cuando una persona es muy delgada decimos que está como un palillo, lo que viene a ser un palo pequeño. En plena tercera ola de la pandemia causada por el SARS-CoV-2 o “coronabicho”, existe otro bicho bastante peculiar pero inofensivo que, por su apariencia, se conoce como insecto palo. Los insectos palo son unos insectos del orden de los Fásmidos. Comprenden unas 3000 especies que incluyen también insectos hoja e insectos corteza. Los insectos palo tienen el cuerpo y patas muy alargados y finos, que, debido a su aspecto de rama, se mimetiza con las plantas.

“Jarabe de palo”, además de ser el nombre del grupo de rock del tristemente fallecido cantante y compositor Pau Donés, es también una expresión coloquial para referirse a una paliza como método de disuasión -nuestro profe de gimnasia aludía a este jarabe como “chavales, como sigais siendo tan vagos estas navidades los reyes magos os van a traer turrón de lo duro”. “A palo seco”, toma de su significado de origen, que era navegar con las velas recogidas, pasando por hacer algo sin florituras, ni nada accesorio o complementario, hasta comer algo sin bebida, o beber algo sin comida que la acompañe. Por ejemplo, se tomó vino a palo seco o se comió el jamón a palo seco. 

Ahora veamos qué tipo de expresiones con la palabra palo podríamos utilizar en el ejercicio de las funciones ejecutivas que tenemos encomendadas por ser el gobierno de una región. 

  • Recibir un palo denota un daño o perjuicio. Por ejemplo: no recibir el visto bueno de (ponga aquí el departamento que quiera) ha sido un palo para el expediente de licitación.  
  • No dar palo al agua denota una falta total de constancia y laboriosidad, cosas que suelen ser camufladas, por cierto, por las personas que hacen honor a esta frase y de las que tod@s conocemos buenos ejemplos.
  • De la acepción náutica de palo viene la expresión “cada palo que aguante su vela”,  que quiere decir que cada cual se ocupe de su negociado, y que a los que tenemos competencias tan transversales como la I+D+i o la transformación digital, suelen decirnos a menudo.
  •  La expresión “En casa del herrero cuchillo de palo” refleja la paradoja de la falta de alguna cosa donde debiera ser fácil encontrarla o fabricarla. Esto es lo que pasa cuando la gente se falta al respeto o se interrumpe en sede parlamentaria, donde se sobreentiende que actitudes de parvulario debieran dejarse fuera.
  • Dar palos de ciego es cualquier “actuación titubeante y desorientada que no logra alcanzar los fines perseguidos”, mientras que un palo de ciego es un “golpe que se da sin piedad ni duelo, como lo daría quien no viese”, o un “daño o injuria que se hace por desconocimiento o por irreflexión”. Ambas pueden ocurrir en política, por separado o a la vez.
  • Andar a palos es estar siempre riñendo, y echar a palos a alguien es sacarlo de algún lugar con malas formas o maneras. Históricamente la política nos ha dado buenos ejemplos; en dosis altas se puede decir “moler a palos”.
  • Poner palos en las ruedas es lo que se hace cuando, por ejemplo, se vota en contra un presupuesto que es el arma ejecutiva por excelencia, sin entrar ni a negociar ni a pensar en el bien común. Aunque normalmente los palos en las ruedas te los ponen en la propia casa.
  • Mi favorita es la última, la política de palo y zanahoria. Ya saben del símil del pobre animal al que le ponen una zanahoria para que ande mientras le dan con la fusta en el lomo para que ande. Esto tiene innumerables ejemplos en política, la última en el Brexit, ya saben, tooooodas las ventajas que iba a tener para los británicos salirse de Europa (la zanahoria) y toooooodas las cosas negativas que tiene estar en Europa (los palos).

Y para despedirme, dos últimos usos de la palabra palo. El primero el uso del palo santo (Lignum vitae), como incienso en ceremonias y rituales que hacían nuestros antepasados y que se creían que atraía la buena suerte o que tenía poderes curativos. Y el segundo el método zahorí, que a veces usa una vara o palo de madera para detectar pozos de agua subterránea, y que entronca dentro de la actividad pseudocientífica conocida como radiestesia, que se basa en la afirmación de que  “los estímulos eléctricos, electromagnéticos, magnetismos y radiaciones de un cuerpo emisor pueden ser percibidos y, en ocasiones, manejados por una persona por medio de artefactos sencillos mantenidos en suspensión inestable como un péndulo, varillas «L», o una horquilla que supuestamente amplifican la capacidad de magnetorrecepción del ser humano”…

En fin, menos mal que la ciencia nos ha hecho dejar atrás esta ignorancia medieval a pesar de los negacionistas.

¡Hasta la semana que viene!

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