Política científica en España: Estrategia para superar una pesada herencia cultural
Hoy os dejamos con un nuevo artículo en el que Emilio Muñoz y Victor Ladero, socios de la Asociación Española para el Avance de la Ciencia (AEAC) reflexionan sobre la necesidad de establecer estrategias de Política Científica en España orientadas a dejar atrás nuestro pasado reciente y afrontar el futuro de forma decidida, apoyándonos como sociedad en la Ciencia. La Ciencia debe estar presente en el discurso político, debe ser la base de las decisiones que nos afectan como ciudadanos, orientadas a resolver algunos de los retos a los que nos enfrentamos como humanidad en un contexto de incertidumbres causadas por recientes acontecimientos como la pandemia, la guerra y, sobre todo, las crecientes desigualdades. Este es el objetivo de la AEAC.
Contexto: la historia para situarse
De nuevo invocamos la importancia de la política científica frente la obsesión simplificadora de referirse a la estrategia de promover y gestionar un sistema complejo: el sistema científico-tecnológico con un binomio de corte estadístico (I+D) o de un trinomio del mismo tenor que incorpora la innovación (I+D+i). La evocación al concepto de política científica se ajusta tanto a la idea de crear la Asociación Española para el Avance de la Ciencia (AEAC) -tomando como modelo la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, de sus siglas en inglés)- como a su desarrollo estatutario ya que se ha puesto el énfasis en su condición de asociación ciudadana, el reconocimiento del acceso a la ciencia como derecho humano, la facilitación de las interrelaciones de la ciencia con la democracia y el establecimiento de la coevolución sociocultural de la cultura científica (de considerar la ciencia como cultura) como principio esencial para contribuir a mejorar las condiciones de vida y trabajo.
El peso de la historia
Es un hecho con evidencias históricas y sociológicas incontrovertibles que España arrastra el fardo de una herencia que ha mostrado el desapego de las élites económicas y por ende de las mayorías políticas, generalmente conservadoras, por la producción del conocimiento científico y su prudente y segura utilización para alcanzar un país más sostenible y equitativo.
Es evidente que ha habido excepciones como reflejo de la compleja construcción de la identidad española y de su proyección sobre la idea de nación estado. Mencionemos algunos casos positivos, aunque no podemos presumir de haber tenido un siglo de oro de la ciencia: el reinado de Carlos III, los esfuerzos de la intelectualidad en los finales del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, periodo al que historiadores de la ciencia como Pedro Laín Entralgo, José María López Piñero o José Manuel Sánchez Ron han caracterizado como “medio siglo de plata” y que ahora ilustramos con rigurosas contribuciones de F. González Redondo [1,2].
Por otro lado, no debemos olvidar las criticas expresiones, no exentas de controversia sobre su realidad, acerca de lo negativo de cultivar la ciencia y la innovación en España: desde Mariano José de Larra que asimilaba el cultivo de la ciencia en nuestro país al llanto [3] a Miguel de Unamuno que dejaba en manos de los otros la práctica de la creatividad inventiva [4]. Tampoco podemos olvidar las polémicas sobre la ciencia española de Ernesto y Julio García Camarero, el primero fallecido y el segundo vivo , convertido hoy en día en un profundo analista de las complejidades de nuestra historia y defensor del ecologismo crítico [5]. Uno de nosotros ha hecho un modesto esfuerzo publicado en el entorno digital, por analizar 60 años recientes de la política científica en España [6] que se complementa con un artículo reciente de Victoria Ley, en el que al igual que en la AEAC, se reivindica la acción ciudadana para hacer avanzar la ciencia en la agenda política [7].
Seis provocaciones y un epilogo para urdir alegaciones contra la herencia recibida
- Reconocimiento de la teoría de la evolución en su versión integrada y moderna, como marco teórico para entender y analizar la complejidad actual en la que se perciben, entre otros, los siguientes retos: la irreversibilidad de los procesos relacionados con la pandemia ambiental ; el necesario equilibrio termodinámico y social de la sostenibilidad del planeta (naturaleza + seres vivos) y la sostenibilidad social (batalla contra las desigualdades); la posibilidad de reconocimiento por parte de la ciencia universal del Antropoceno como era geológica y superar la creencia de que seguimos en el Holoceno [8].
- Desarrollo en profundidad del concepto de salud global (One Health): esta perspectiva global se convierte en una necesidad a la vez que, paradójicamente, la salud humana va a tener que enfrentarse de modo creciente con el instrumento de la medicina personalizada. Esto parece indubitable a la luz de las evidencias de que existe una relación estrecha entre las patologías humanas y la conveniencia de la salubridad de la naturaleza (la mejor salud posible de animales y plantas con los que convivimos) y el mejor estado posible del medio ambiente (controlar las contaminaciones del aire, de las aguas continentales y marinas; seguir, prevenir y resolver la relación entre bosques e incendios; seguir, analizar y prevenir los efectos de los cambios climáticos bruscos y extremos: desde las olas de calor hasta la fenomenología extrema de las lluvias y los vientos). Respecto a la medicina humana se recomienda: a) explorar la emergencia y desarrollo de resistencias microbianas y de nuevas pandemias; b) corregir los errores históricos de los ensayos clínicos en términos dos grandes conceptos; la importancia de las diferencias entre hombres y mujeres, y la existencia de diferencias individuales entre enfermos dentro del desarrollo de las enfermedades y su tratamiento.
- La salud mental es un problema socio-sanitario de enorme trascendencia [9], tanto por su repercusión en las personas que experimentan tales alteraciones como por la incidencia sistémica de carácter social. Es una cuestión tan crítica porque bordea la propia conceptualización de la naturaleza humana. Arrastra una compleja trayectoria histórica, pertrechados sus implicados a cualquier nivel de una mochila repleta de prejuicios y dilemas, como por ejemplo: la sensación de indefensión o de sorpresa de los afectados, probablemente ante su yo, como sobre todo por las reacciones de sus entornos familiares, profesionales, y sin duda cuando acuden a la ayuda profesional encontrarse con profesionales de dos disciplinas, teóricamente cercanas pero tan distantes en la realidad cotidiana como la psiquiatría (salud) y la psicología (humanismo).
Finalmente, para contextualizar este problema es preciso hacer una declaración de compromiso: una parte importante de quienes ahora sufren problemas mentales son los perdedores de la globalización y más concretamente de las secuelas de las catástrofes que han configurado una pandemia ambiental que azota el primer tercio de este siglo XXI: la crisis de la gran depresión económica (2007-2012); la pandemia de la covid-19 [10]; los grandes incendios explosivos y sus efectos sobre los bosques; la guerra en Ucrania resultante de la invasión rusa. Son procesos tan impactantes sobre las condiciones de vida de la ciudadanía que han sido fuente de incrementos de la incertidumbre, la desconfianza, el odio y la violencia. Y sobrevolando, la crisis de la comunicación y concomitante aumento de la información tóxica / desinformación, favorecida su difusión por el uso adictivo de las tecnologías de la información y las comunicaciones que han disfrutado del apoyo del capital extractivo y de la aquiescencia casi servil de la ciudadanía que las han adoptado (móviles e internet) sin poner apenas reparo.
No hay duda de que estas cuestiones tienen mucho que ver con ese concepto tan elusivo e inclusivo, a la vez, como es el de naturaleza humana sobre el que la enciclopedia popular suministra una información de calidad notable [11].
- La agricultura -y sus acompañantes en el sector primario- y el turismo -en el sentido más extensivo del mismo-, emergen como los paradigmas más claros de este mundo desordenado y sumido en una ciénaga de paradojas antrópicas en tanto que afloran como soluciones y problemas. Ambos son creadores de empleo (otra cosa a debatir es cuál sea su calidad) pero a la vez, son responsables de muchos de los grandes riesgos que afectan al planeta, sobre cuyos efectos emergen como los paradigmas en tanto que soluciones y problemas, dato sobre el que existen evidencias en intensidad y amplitud cada vez más contundentes (contaminaciones y perturbaciones en los cuatro grandes elementos: agua, aire, fuego y tierra).
Son imprescindibles una reflexión seguida de una estrategia de investigación e innovación, para alcanzar las resiliencias que compatibilicen la sostenibilidad de su existencia simultanea y con nuestra existencia en el planeta.
Otro conflicto que se presenta en todas partes, pero con especial agudeza en nuestro país, es que deber existir equilibrio entre la expansión urbanística y la supervivencia del mundo rural, entre la convivencia solidaria y la expansión del turismo; que también afecta a las propias ciudades ya que su expansión en las grandes urbes provoca una gentrificación que desplaza a la población y convierte los centros de las ciudades en un cúmulo de servicios al turista deshumanizados.
- El concepto de urbanismo responsable está muy presente en la agenda mediática, sobre todo gracias a grupos y estudios de arquitectura que están trabajando y difundiendo con bastantes éxitos que, y cómo, se está haciendo en esta dirección.
No somos expertos en este campo, tan especifico y que tiene claras resonancias de interacción social, pero tenemos la posibilidad de aprovechar que haya un medio que ha mantenido en estos últimos años una línea editorial bien definida sobre el urbanismo, y su necesidad de ir adaptándose a este mundo conflictual, para ofrecer algún apoyo para la reflexión. Se trata de una publicación especial, El País Semanal, del que escogemos un número reciente (nº 2439, de 25 de junio de 2023), extrayendo en lo que sigue una declaración: “El mundo se redibuja. Las inversiones en bienes urbanos, fomentadas por el turismo, aumentan el precio de la vivienda y expulsan a los ciudadanos del centro de las ciudades. Las áreas metropolitanas construyen la nueva vida urbana” [12].
Es obvio asimismo que el tema que se presenta en este epígrafe es atravesado por el debate de creciente intensidad entre el mundo urbanita y el ámbito de lo rural; en este debate Jesús Rey Rocha y Carmen Andrade, socios de la AEAC han hecho una sugerente contribución en doble versión, castellano e inglés, esta última fue posible bajo el impulso del presidente de la AEAC, Federico Mayor Zaragoza [13,14].
- Autonomía estratégica, concepto que ha crecido alimentado por las aguas comunitarias, Bruselas, aunque se ha visto impulsado con el arroyo del afán militar, enriquecido por la invasión de Ucrania por un Putin enfebrecido por el ansia de cambiar la geoestrategia mundial por medio de la intervención de Rusia y sus amigos.
Este término y lo que puede significar ha sido oportunamente recogido y desarrollado en el IV Informe sobre la Ciencia y la Tecnología en España, coordinado por Isabel Álvarez y Vicente Larraga para el Laboratorio de la Fundación Alternativas, que fue presentado el 1 de junio de 2023 [15]. Sus contenidos asumen y avanzan en este concepto bajo una visión multidisciplinar y una perspectiva interdisciplinaria [16]: no se focaliza solo en lo militar sino que extiende los análisis en relación a cuestiones como la reindustrialización, la independencia energética, las transiciones ecológica y digital, la importancia de los recursos humanos, la inteligencia artificial y sus condicionantes, la ciberseguridad, y la necesidad de repensar el potencial que las biotecnologías o tecnologías de las ciencias de la vida han acumulado en España para innovar en sectores diversos. Es decir, el informe atraviesa la senda que el concepto de autonomía estratégica abre para cambiar, o intentarlo al menos, el modelo económico español.
No queremos terminar este ensayo sin hacer referencia, como epílogo, a dos artículos que abundan en una idea que no ha emergido en esta campaña electoral, aunque la oferta pública de empleo sí ha apostado por la ciencia. La idea que propone Vicente Larraga, miembro del Consejo Consultivo de la AEAC , en un artículo de reciente publicación [17], ante el magro eco que ha tenido la ciencia en la campaña electoral, con un solo debate organizado por la COSCE es que: no se trata de incrementar los fondos dedicados a la ciencia y la innovación, sino que hay que situar la ciencia, la tecnología y la innovación en el centro de la actividad política para tener una nueva economía basada en los conocimientos propios que garanticen el bienestar razonable de los ciudadanos y una defensa de los mismos. El otro texto ha sido publicado en LinkedIn por el consejero en funciones de Ciencia, Universidades e Innovación del Principado de Asturias, que ha sido primer secretario general y fundador de la AEAC, Borja Sánchez, quien alerta del riesgo que supone la llegada del negacionismo científico al parlamentarismo español, a la vista de los primeros gobiernos autonómicos investidos como resultado de los acuerdos PP-Vox o de las mayorías del PP [18].
[1] Francisco González Redondo. (2018). El medio siglo de plata de la ciencia. Fundación para el Conocimiento Madri+d. https://www.madrimasd.org/maestros-discipulos-en-edad-plata-ciencia-espanola-convergencia-cultural-cientifica-europa
[2] Francisco González Redondo. (2020). La junta para ampliación de estudios y la edad de plata de la ciencia española. En: Madrid y la ciencia. Un paseo a través de la historia (III): Primera mitad del siglo XX (1900-1950). Instituto De Estudios Madrileños. ISBN: 978-84-940491-6-3. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/8162228.pdf
[3] Francisco González de Posada. (2012). Investigar es llorar. Real Academia Europea de Doctores. https://raed.academy/investigar-es-llorar/;
[4] Francisco R. Villatoro R. (2012). Nota dominical: Miguel de Unamuno y su tergiversada exclamación «¡Que inventen ellos!». Blog: La Ciencia de la Mula Francis. https://francis.naukas.com/2012/09/16/nota-dominical-miguel-de-unamuno-y-su-tergiversada-exclamacion-que-inventen-ellos/
[5] Julio Garcia Camarero: https://rebelion.org/autor/julio-garcia-camarero/
[6] Emilio Muñoz. (2021). Perspectivas personales sobre 60 años de política científica en España. Coevolución entre testimonio e institución en el CSIC. Dciencia. Ciencia para todos. https://www.dciencia.es/emilio-munoz-perspectivas-personales-politica-cientifica-espana-csic
[7] Victoria Ley. (2023). Aquellos años locos de la ciencia. Jot Down. https://www.jotdown.es/2013/08/aquellos-anos-locos-de-la-ciencia/
[8] Manuel Ansede y Laura Navarro. (2023). Un insólito lago respalda que la humanidad provocó una nueva época geológica a partir de 1950: el Antropoceno. El País, 11 de Julio de 2023. https://elpais.com/ciencia/2023-07-11/un-insolito-lago-respalda-que-la-humanidad-provoco-una-nueva-epoca-geologica-a-partir-de-1950-el-antropoceno.html
[9] Ha sido un reconocimiento tardío de este notable problema que afecta a la misma esencia del ser humano. Ha sido un político de la órbita progresista, Iñigo Errejón, quien lo ha colocado en la primera línea de la agenda política con una breve, pero trascendental intervención en el Congreso de los Diputados https://www.youtube.com/watch?v=oaJUe0oNUZ0
[10] Jesús Rey Rocha, Emilio Muñoz, y Víctor Ladero. (2020). The Conversation. 12 de Agostos de 2020. https://theconversation.com/danos-neurologicos-de-la-covid-19-144231
[11] Sobre la naturaleza humana. Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Naturaleza_humana#:~:text=La%20naturaleza%20humana%20o%20humanidad,de%20pensar%2C%20sentir%20y%20actuar.
[12] Anatxu Zabalbeascoa. (2023). Humanizar la urbe para urbanizar la humanidad. El País Semanal, 25 junio 2023. (Ciudades que muestran el camino). https://elpais.com/eps/2023-06-25/humanizar-la-urbe-para-urbanizar-la-humanidad.html
[13] Jesús Rey Rocha y Carmen Andrade (2021). Ciudades sostenibles: seguridad ante las incertidumbres. Ethic. https://ethic.es/2021/09/ciudades-sostenibles-seguridad-ante-las-incertidumbres/.
[14] Jesús Rey Rocha y Carmen Andrade (2021). Towards an interdisciplinary and humanistic urban planing. Other news. https://www.other-news.info/sustainable-cities-towards-an-interdisciplinary-and-humanistic-urban-planning/ .
[15] IV Informe sobre Ciencia y Tecnología en España en 2022:presentación: https://fundacionalternativas.org/actividades/iv-informe-sobre-la-ciencia-y-la-tecnologia-en-espana/
[16] Fundación Alternativas: Informe sobre la Ciencia y la Tecnología en España en 2022. (2023). https://fundacionalternativas.org/wp-content/uploads/2023/06/INTERIOR_ICyT_2023_DIGITAL-5.pdf;
[17] Vicente Larraga. (2023). La I+D y la innovación: un debate que no existe en esta campaña electoral. Público. https://m.publico.es/columnas/110742795658/otras-miradas-la-id-y-la-innovacion-un-debate-que-no-existe-en-esta-campana-electoral/
[18] Borja Sánchez (2023). El negacionismo llega al Parlamento. https://www.linkedin.com/pulse/el-negacionismo-llega-al-parlamento-borja-s%C3%A1nchez?_l=es_ES
Emilio Muñoz es Profesor de investigación emérito en el Departamento de Ciencia, Tecnología y Sociedad del Instituto de Filosofía (IFS) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Es socio promotor de la Asociación Española para el Avance de la Ciencia (AEAC) y Presidente de su Consejo Consultivo.
Víctor Ladero es investigador en el Departamento de Tecnología y Biotecnología del Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA) del CSIC, y socio fundacional de la Asociación Española para el Avance de la Ciencia (AEAC).

