Plan estratégico de país: hacia la remisión de la huella social de la covid-19

Los autores continúan con sus reflexiones sobre la necesidad de desarrollar un plan estratégico de país, que nos permita afrontar la recuperación tras la pandemia de la covid-19 reduciendo su impacto social, diseñado sobre la necesidad de prescindir de la polarización ideológica y abrazar una aproximación en su desarrollo basada en las éticas que valoren costes y beneficios, económicos y sociales, a partir de propuestas científicas multi e interdisciplinares.

Por Emilio Muñoz, Victor Ladero y Jesús Rey. 

Perspectiva evolutiva

Conscientes de que es pertinente dotar de marcos teóricos a los análisis y propuestas basadas en la visión cooperativa e integradora, hemos rescatado la moderna perspectiva de la teoría de la evolución [1] y además hemos evocado la economía evolucionista como línea de pensamiento económico digna de ser revalorizada.

 

Propuesta de plan estratégico

En artículos anteriores [2] hemos señalado la imperiosa necesidad de que España aborde la elaboración y puesta en marcha de un plan estratégico para la recuperación económica y social, que nos prepare para afrontar la situación pospandemia más cercana y el futuro subsiguiente.

Para avanzar en este objetivo planteamos una construcción matricial, colocando en abscisas los dos grandes instrumentos globales que se están preconizando desde todos los frentes analíticos y prospectivos para lograr las transformaciones socioeconómicas poscovid-19 que se van a necesitar. Son la digitalización y la transformación ecológica, ligadas a la sostenibilidad y en estrecha conexión con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.

Esta referencia a la conexión entre estas líneas de vanguardia con la sostenibilidad, es esencial para defender y preservar las éticas y el respeto por la naturaleza. Un reciente artículo de Julio Llamazares ha puesto el dedo en la llaga de los riesgos del capitalismo extractivo que no abdica de su afán depredador [3]. El debate entre valores e intereses que la covid-19 ha desvelado, sigue presente en los numerosos análisis que se están planteando acerca de la salida de la crisis, incluso a nivel geoestratégico [4].

 

Ideas sobre el funcionamiento

Esta percha que requiere reformas y aportes capitales en los recursos económicos y humanos debe correr a cargo de dos comités de expertos interconectados – uno para cada instrumento – de naturaleza interdisciplinar en el sentido más completo de lo que este término implica – desde ingenieros a filósofos pasando por físicos, químicos, biólogos, geólogos, psicólogos, economistas, sociólogos, sanitarios y juristas – e intersectorial en lo que concierne a los agentes sociales. Comités independientes, que basen su trabajo en la combinación de experiencia y análisis comparativo basado en datos objetivos. Su trabajo sería a jornada completa durante un periodo mínimo de tres meses y máximo de seis, y estarían presididos por autoridades de reconocido prestigio de los sectores público y privado.

Insistimos en el carácter interdisciplinar e intersectorial, como características y requisitos imprescindibles e irrenunciables. Ambos conceptos resultan frecuentemente aireados, pero lamentablemente, sólo esporádicamente aplicados. Así, por ejemplo, el grupo de 100 expertos reunidos por el Presidente del Gobierno Pedro Sánchez para elaborar una estrategia ‘España 2050’, está compuesto mayoritariamente por economistas [5], aunque aparezcan en él algunas pinceladas de experiencia en los ámbitos de la ciencia o la sociología. El mismo modelo parece seguir la commission d’experts sobre los grandes desafíos económicos” [6] seleccionada por el presidente de nuestro país vecino, Emmanuel Macron. El economista Barry Eichengreen, profesor en la Universidad de Berkeley y uno de los críticos de la política económica de austeridad, opina, con respecto a la salida de la crisis que “Un epidemiólogo preverá mejor que un economista la recuperación” [7]. Tomamos nota de esta valiente declaración para matizar que tampoco ese profesional lo hará bien del todo: de nuevo invocamos la aproximación multi e interdisciplinar.

Algunas de las conclusiones de estos comités llegarán inevitablemente tarde. Pero otras nos servirán para la toma de decisiones informada en esta pandemia, que aún tiene recorrido. Y siempre serán de aplicación en el ámbito de la prospectiva, la prevención y la gestión estratégica. Es decir, para su aplicación en el futuro tanto inmediato como lejano, a otras pandemias o crisis, tanto sanitarias como ecológicas. Los efectos del cambio climático y sus implicaciones sociales se ciernen sobre nosotros.

Todo ello requiere, no lo olvidemos, de sincera y firme voluntad de actuar, de poner a disposición los medios necesarios y, sobre todo, de colaborar y llevar a cabo soluciones consensuadas. El actual panorama político y social español no parece el más adecuado para trabajar conjuntamente hacia la puesta en práctica de acciones de semejante calado y relevancia – cualquier iniciativa en esta dirección será bienvenida -.

Este trabajo sobre lo que sirve de armazón tecnológico y socio económico debe resultar en una propuesta que descubra e integre los trabajos a realizar sobre los grandes desafíos y sectores que hay que priorizar en España, y que se exponen sintéticamente a continuación, colocando el ejercicio bajo el paraguas geoestratégico de Europa.

 

Europa y su giro ante la crisis de la pandemia

Estimamos que este plan estratégico debe necesariamente contextualizarse e imbricarse con el giro copernicano que resulta de la combinación de nuevos dirigentes en la presidencia del Consejo Europeo (Charles Michel) y de la Comisión (Ursula von der Leyen) con la profunda sensación en los Estados de que la salida de esta crisis no podía ser como la que presidio la de 2008. Hay que trabajar con y en pro de un nuevo modelo de Unión Europea.

En un artículo publicado el pasado 9 de septiembre, Federico Steinberg [8] – investigador y asesor de Josep Borrell, Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad – reconoce que “antes de que sea demasiado tarde, la UE debe incorporar el concepto de poder a una renovada política exterior” en un “orden internacional que será cada vez menos cooperativo”, es decir menos proclive a una evolución social y ambientalmente sostenible. Steinberg atribuye a esta nueva política industrial la capacidad de generar empresas líderes en sectores de vanguardia, y señala especialmente los vinculados a la digitalización y la sostenibilidad.

 

Desafíos públicos

Administración, educación y sanidad pública, que comparten problemas

Desde la transición nos enfrentamos al logro político, pero con efectos boomerang, que representa el sistema o Estado autonómico, sobre el que incidió en los orígenes el peso y el contrapeso de la historia, la carencia de estrategia de país, y los viejos y renovados fantasmas de nuestra falta de tradición democrática.

En la educación y en la sanidad han predominado y siguen dominando la escena los intereses particulares sobre las instituciones, derivados de raíces históricas y culturales, y en consecuencia estos entornos viciados han modulado las políticas y las decisiones estructurales y organizativas de ambos sectores.

Las propuestas que formulamos para su corrección dentro de la estrategia española, pasan por la profunda modificación estructural y comportamental de la burocracia, que debe mejorar sus prestaciones y aumentar los recursos para incrementar la eficiencia, ya que ahora lastra muchas iniciativas políticas de gran calado social, como estamos viendo en este año de gobierno de coalición y de pandemia por la covid-19. Y que afecta también al impulso y mejora de las colaboraciones público-privado.

En el ámbito más específico de las dinámicas y dimensiones de lo moral, proponemos las siguientes iniciativas: formación en valores, sobre la plataforma de las interéticas – responsabilidad, compromiso, empatía, justicia social -, fomento de la preocupación ecológica, y preparación para un liderazgo político que contribuya a la transformación necesaria en recursos y organización institucional con el desarrollo de la gobernanza[9] como gestión de gobierno en una España pospandemia evolucionada.

 

Una reforma estructural de lo privado y lo público

En las últimas décadas, el empleo es uno de los grandes retos económicos y sociales de España, ligado a la estructura del sector productivo español. La concentración sectorial y escasa diversidad del sector productivo, con predominio de sectores de baja intensidad tecnológica y poco innovadores, junto con una estructura empresarial basada fundamentalmente en pequeñas y medianas empresas y abundante en la fórmula del empleo autónomo, están íntimamente ligados a la precariedad y temporalidad, principales problemas estructurales e históricos del empleo en España.

Una plausible solución para estos problemas, aunque no sea la panacea, pasa por una reforma estructural, aplicada a los sectores privado y público, cuya articulación proponemos en torno a dos instrumentos: estatutos especiales para profesiones esenciales, y flexibilidad laboral espacio-temporal.

 

Estatutos especiales para profesiones esenciales

La pandemia, y con mayor evidencia el período de confinamiento domiciliario, han exhibido la importancia y necesidad de ciertas profesiones esenciales[10], y paralelamente han mostrado, una vez más y con renovada crudeza, las condiciones de trabajo en que se desempeñan algunos de sus profesionales.

Son diversas las profesiones esenciales que requieren de un estatuto especial. Quizás las más obvias en estos momentos, pero no las únicas, sean las relacionadas con la prevención de riesgos y la gestión de sus consecuencias, particularmente en los ámbitos de la sanidad y el medio ambiente, muchas veces interrelacionados hasta el punto de mostrarse como manifestaciones de un mismo problema. Tanto las profesiones sanitarias como las dedicadas a la prevención y respuesta a emergencias ambientales – por ejemplo la gestión forestal o la extinción de incendios – se encuentran en esta situación.

Igualmente, las profesiones que atañen a la gestión sostenible de los recursos, en especialagua y energía; a la producción alimentaria: agricultura y ganadería; y a sectores que tienen una evidente relación con y un amplio efecto en la sostenibilidad en el uso de los recursos, como la construcción y el turismo.

Y finalmente, pero no por ello menos importante, requieren estatutos especiales otra serie de profesiones histórica y cotidianamente menos reconocidas socialmente, pero cuya relevancia ha quedado manifiesta e inequívocamente explicitada con motivo de la pandemia. Es el caso de las profesiones relacionadas con la ciencia, que requieren carreras profesionales duales para los profesionales, en todas sus categorías, relacionados con la generación de conocimiento científico y el desarrollo tecnológico.

 

Flexibilidad laboral espacio-temporal

Durante la pandemia, especialmente durante los meses de confinamiento, el porcentaje de personas teletrabajando ha aumentado considerablemente. Aun habiéndose producido como consecuencia de una situación excepcional sobrevenida y y la consiguiente falta de regulación, no podemos sino destacar algunas de sus ventajas, mas allá de reducir los contagios en épocas de picos epidémicos, para avanzar en su implantación progresiva y generalizada: Disminuye los desplazamientos evitando el desperdicio de horas, además de que contribuye a disminuir la congestión del tráfico en las grandes ciudades reduciendo el daño medioambiental derivado de la movilidad al reducir la contaminación y el consumo energético asociado. Este ahorro es mucho más evidente en la reducción de reuniones de trabajo presenciales, que implicaban desplazamientos de media y larga distancia y que tenían un elevado coste energético y medioambiental.

El fomento, desarrollo y regulación del teletrabajo en aquellas profesiones que permitan su realización, se vislumbra como un elemento esencial de la estrategia de país. El teletrabajo así entendido – no como resultado de la coyuntura que obliga a confinar a un buen número de trabajadores en espacios laborales domésticos poco adecuados y preparados para ello -, requiere necesariamente de flexibilidad laboral en los emplazamientos, fechas y horarios, así como una mejora y democratización de las conexiones telemáticas, que acabe con la brecha digital y la desigualdad social que ésta produce.

 

Sectores para priorizar en relación al cambio de modelo económico y social

La propuesta de elaboración de un plan estratégico de país que planteamos contempla la identificación de sectores clave a priorizar en la transición a un nuevo modelo económico y social.

La metodología de abordaje en este caso sería a escala mucho más reducida en términos de composición – a través de comités sectoriales que podrían constar de seis a ocho personas – y de duración del trabajo, si bien con nivel de jerarquía en las presidencias análoga a la expuesta para los dos grandes instrumentos transversales.

Estos sectores clave a los que nos referimos se exponen a continuación, sin que el orden de presentación suponga una ordenación en función de una mayor o menor relevancia.

1- Sanidad: industria biomédica y de tecnología sanitaria; epidemiología y salud pública, prevención y profilaxis; medicina personalizada y telemedicina; investigación biomédica y en salud.

Es necesario reforzar los sistemas de salud pública, especialmente la atención primaria, sobre la que debe de sustentarse la atención generalizada a la mayoría de la población. En los últimos años, el foco se ha centrado en el fortalecimiento de las grandes infraestructuras hospitalarias, en una carrera para disponer de los mejores y más avanzados sistemas de atención especializada, pero desnudando y debilitando con recortes la atención primaria, que durante esta segunda ola se está viendo impotente para atender la gestión y control de los rebrotes. Se hace por tanto necesario un refortalecimiento y una apuesta decidida por dotarla de más efectivos e incentivos con el fin de que actúe como el primer frente en la prevención.

La epidemiología y la salud pública son instrumentos imprescindibles en la gestión de la covid-19, y lo serán asimismo en las epidemias y pandemias que puedan venir en el futuro. Es el momento de rescatar la voluntad salubrista de principios del siglo XX en España, debilitada tras la guerra civil [11].

Por otra parte, el impulso decidido a la investigación en salud, desde un punto de vista multidisciplinar, permitirá avanzar hacia la medicina personalizada y una mejora de la atención. Es esencial el desarrollo de las industrias biomédica y de tecnologías sanitarias, que permita hacer frente a las necesidades cotidianas, así como a las situaciones de emergencia. Y el fortalecimiento de la industria nacional orientado a garantizar el suministro de material sanitario en estas situaciones extraordinarias; sin por ello prescindir de las multinacionales de los ámbitos farmacéutico y de la fabricación de grandes aparatos tecnológicos de diagnóstico y tratamiento, con las que establecer un esquema estable de cooperación público-privado, tanto en el ámbito industrial como de la I+D.

Asimismo hay que apostara por la telemedicina, estrechamente ligada a la mejora del bienestar y la salud de la ciudadanía, y uno de los pilares para el cambio en el modelo demográfico en pos de una desconcentración de la población y recuperación y valorización del medio rural. Modelo cimentado profundamente en la mejora de las comunicaciones, la inteligencia artificial y las telecomunicaciones, estas últimas como palancas para la disminución de la desigualdad gracias al acceso telemático a servicios de comunicación, medicina, relación con las administraciones, educación, etc.

2- Alimentación: transformación estratégica de la producción y la distribución sobre bases cooperativas entre regiones y subsectores (agricultura, ganadería, pesca, distribución).

La necesaria remodelación de los modelos de producción incluye elementos económicos y sociales: el aumento de la cooperación y la producción agrupada; la recuperación de la presencia de lo local, de los mercados de cercanía; la remodelación de los canales y condiciones de distribución, orientada a la mejora de la eficacia y la reducción de los costes que conlleva la distribución global; la justicia social, particularmente con los productores; y la exploración de las relaciones entre alimentación y salud.

Este sector es uno de los más afectados por la temporalidad en el empleo, particularmente en el entorno de la producción. Su solución requiere la reforma de un sistema de trabajo, de oferta y demanda laboral, que acabe con la temporalidad – que afecta también, entre otros, a los anteriormente citados trabajadores forestales y de extinción – para ofrecer trabajo continuado, habilitando los recursos para una movilidad geográfica justa y sostenible; y que acabe también con las penosas condiciones laborales y vitales que sufre fundamentalmente la población inmigrante.

3- Economía circular, reciclaje y energía sostenible

Caminamos, no sin cierta parsimonia, hacia una transformación ecológica y energética, en la que adquieren un importante papel las biotecnologías blanca y verde – que atañen asimismo al sector de la alimentación, tratado anteriormente -; la descarbonización energética y el avance hacia el protagonismo de las energías renovables y limpias; la mejora de la gestión del agua, especialmente sensible por las características geográficas y climáticas del territorio español y las previsiones de desertización ante el avance del calentamiento global; y el establecimiento de políticas que mejoren la gestión de residuos y que conciencien y faciliten a la ciudadanía el reciclaje y la reutilización.

4- Turismo: adaptación y evolución para un nuevo turismo tras la pandemia

La reflexión sobre la evolución del sector turístico tras la irrupción del coronavirus, conduce a la consideración de modos de turismo que deben remontar y prevalecer como alternativa al modelo de turismo predominante, íntimamente ligado a la masificación y la especulación inmobiliaria y a determinados modelos de ocio diurno y nocturno. Nos referimos a modos de turismo cultural y de naturaleza, apoyado en el patrimonio prehistórico e histórico, arqueológico, antropológico, artístico y natural; incluso el científico y tecnológico.

5- Asistencia y cuidados

La progresiva ampliación de la esperanza media de vida de la población, ligada al cambio experimentado por el modelo de familia tradicional basado en la convivencia cercana de diferentes generaciones, ha acrecentado la participación de personas e instituciones ajenas a la familia en el cuidado de las personas mayores y/o dependientes, con el consiguiente desarrollo de la profesionalización de estas tareas.

La pandemia ha puesto de manifiesto las deficiencias que presenta hoy en día este sector, tanto en sus diferentes modelos de prestación de cuidados como de gestión, ya sean públicos o privados. Los primeros lastrados por la escasez de recursos materiales y humanos adecuadamente capacitados; los privados, en muchos casos vehiculados a través de empresas relacionadas con la inversión como objetivo primario , y por tanto desligados de la realidad y las necesidades de los pacientes-clientes.

El sector necesita evolucionar para contribuir en un envejecimiento más sano, más autónomo y más activo, y un sistema de cuidados más social, que respete la integración de la persona en su entorno familiar y social, y más humano, orientado a cubrir las necesidades físicas, mentales y afectivas.

Finalmente, es irrenunciable atajar las deficiencias del sistema de ayuda a la dependencia.

7- Industria

El sector industrial precisa de una reforma en profundidad, que permita avanzar hacia un sistema innovador y sostenible. Es preceptivo enfocar a las empresas a adoptar estrategias colaborativas – particularmente necesarias en un sector industrial con predominio de pequeñas y medianas empresas – que les permitan afrontar objetivos definidos, y a favorecer la cooperación público-privado. Así como se debe tender a promover una industria más restauradora que extractiva, alimentada cada vez más por energías limpias y renovables, comprometida por tanto con la reducción de la contaminación y con la sostenibilidad.

8- Ciencia, enseñanza y cultura, como sectores estratégicos basados en conocimiento.

Constituyen una apuesta de futuro necesaria para cambiar el modelo productivo desde sectores de baja intensidad tecnológica y poco innovadores hacia modelos basados en el conocimiento, la innovación y el desarrollo tecnológico e industrial.

En la base, la educación, lastrada, entre otros factores, por las fluctuaciones derivadas de la sucesión de leyes al albur de los cambios de gobierno, y por una educación pública infradotada de recursos y fuente – a su pesar – de desigualdades.

 

Dimensiones generales

Nos parece oportuno insistir en la consolidación de una apuesta por lo público. Principalmente en los sectores de la educación, sanidad, asistencia y ciencia. Y en la gestión de bienes públicos, cuyo ejemplo más significativo sea quizás la gestión del agua, cuyo modelo debería aplicarse a la gestión de la energía como bien público.

Esta apuesta debería vehicularse a través de actuaciones conjuntas que incluyan acciones políticas (pactos de estado u otras figuras), educativas (desde la escuela) y de concienciación ciudadana. Y paralelamente, una mejora de la gobernanza de las instituciones públicas, una reducción de la excesiva burocratización sin relajar los mecanismos de control, y una búsqueda de mecanismos para su blindaje frente a intereses particulares y espurios y a su descapitalización (humana y financiera) en favor de esos intereses.

Por otra parte, exhortamos a buscar y explotar en todos y cada uno de los sectores mencionados su potencialidad de generación de empleos de calidad y productos y servicios de elevado valor añadido.

 

Minería de ideas

En el yacimiento de lecturas que exploramos para nuestros análisis hemos encontrado dos materiales con mena, sobre todo para quienes se interesen y pudieran trabajar en este plan estratégico.

En primer lugar se trata de un artículo de Ángel Ubide, un analista económico que bajo el título ‘Fisioterapia económica’[12] presenta una interesante e innovadora visión de la crisis, desde una perspectiva que probablemente se sitúa en la línea de economía liberal de los demócratas americanos o de la tercera vía socialdemócrata de Anthony Giddens, y que muestra unas ciertas dosis de optimismo acudiendo a la metáfora sanitaria. Trascribimos por su interés y la obligada precisión algunas frases: “La clave de la gestión de crisis es acertar con el diagnóstico” […] “Definir esta crisis como un coma económico inducido, y no una recesión, ha permitido una estrategia diferente.” […] “La preocupación con el riesgo moral se ha aparcado y se han adoptado dos reglas, sencillas pero eficaces, como principio de actuación: el apoyo incondicional a las rentas, al empleo y a la liquidez mientras se mantengan las restricciones, y una política fiscal expansiva hasta que se recuperen los niveles de PIB de 2019.”

El segundo material es una pieza de muchos quilates. Se trata de la incursión histórica de Ian Kershaw[13], cuyos cuatro primeros capítulos y en particular el cuarto, titulado ‘Buenos tiempos’, suministra una información muy valiosa para establecer comparaciones con las circunstancias actuales en términos de periodo expansivo tras una crisis mundial. ¡De lectura obligada para quienes quieran intervenir, en el papel que sea, con sólida base histórica comparada en este Plan Estratégico!

Reseñas

 


[1] Jesús Rey y Emilio Muñoz. Quiebras en la gestión de la pandemia: Contextos de gestión contraevolutivos. Blog de la Asociación Española para el Avance de la Ciencia (AEAC), 1 septiembre 2020. [https://aeac.science/contextos-de-gestion-contraevolutivos/]

[2] Emilio Muñoz y Jesús Rey. Huella social poscovid-19 en España: proyecto estratégico evolutivo para la recuperación. Blog de la Asociación Española para el Avance de la Ciencia (AEAC), 16 septiembre 2020. [https://aeac.science/huella-social-poscovid-19-en-espana-proyecto-estrategico-evolutivo-para-la-recuperacion/]

[3] Julio Llamazares. El negocio de la despoblación. El País, 12 septiembre 2020. [https://elpais.com/opinion/2020-09-11/el-negocio-de-la-despoblacion.html]

[4] Xavier Vidal-Folch. Valores o intereses. El País, 11 septiembre 2020. [https://elpais.com/opinion/2020-09-10/valores-o-intereses.html]

[5] Agencias. Sánchez crea un grupo de 100 expertos para diseñar estrategia de España después del coronavirus. El País, 17 junio 2020. [https://www.elperiodico.com/es/economia/20200617/sanchez-grupo-100-expertos-espana-futuro-coronavirus-8003376]

[6] Marc Bassets. Cuando los sabios ‘reinventan’ el mundo. El País, 7 junio 2020. ]https://elpais.com/economia/2020-06-06/cuando-los-sabios-reinventan-el-mundo.html]

[7] Ignacio Fariza. Entrevista con Barry Eichengreen: “Aún hay mucho margen para equivocarnos si los estímulos fiscales se retiran demasiado pronto”. El País, 10 septiembre 2020. [https://elpais.com/economia/2020-09-09/barry-eichengreen-aun-hay-mucho-margen-para-equivocarnos-si-se-retiran-prematuramente-los-estimulos.html]

[8] Federico Steinberg. La UE en la geopolítica pospandemia. El País, 9 septiembre 2020. [https://elpais.com/opinion/2020-09-08/la-ue-en-la-geopolitica-pospandemia.html]

[9] Emilio Muñoz y Jesús Rey. Gobernanza en la salida de la Covid-19: Viejos valores en un nuevo odre social. Blog de la Asociación Española para el Avance de la Ciencia (AEAC), 7 mayo 2020. [https://aeac.science/gobernanza-en-la-salida-de-la-covid/]

[10] Emilio Muñoz, Víctor Ladero y Jesús Rey. Huella social poscovid: Nuevos estatutos para la ciencia y profesiones esenciales. Blog de la Asociación Española para el Avance de la Ciencia (AEAC), 3 julio 2020. https://aeac.science/huella-social-poscovid-nuevos-estatutos-para-la-ciencia-y-profesiones-esenciales/

[11] Emilio Muñoz. Epidemiología. En: Diccionario Filosófico COVID-19. [https://www.youtube.com/watch?v=0ck69psK0Kg]

[12] Ángel Ubide. Fisioterapia económica. El País Negocios, 13 septiembre 2020. [https://elpais.com/economia/2020-09-12/fisioterapia-economica.html]

[13] Ian Kershaw. Ascenso y crisis. Europa 1950-2017: un camino incierto. Barcelona: Editorial Planeta, colección Memoria Crítica. 2019. Págs. 21-195.

Autores

Emilio Muñoz es investigador ad honorem en el Departamento de Ciencia, Tecnología y Sociedad del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Es socio promotor de la Asociación Española para el Avance de la Ciencia (AEAC) y miembro de su Consejo Consultivo.

Víctor Ladero es investigador en el Departamento de Tecnología y Biotecnología del IPLA-CSIC y socio fundacional de la Asociación Española para el Avance de la Ciencia (AEAC).

Jesús Rey es investigador en el Departamento de Ciencia, Tecnología y Sociedad del IF-CSIC y socio fundacional y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española para el Avance de la Ciencia (AEAC).

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