Diario de un Consejero de Ciencia.
Semana 1.

Por Borja Sánchez

Muy buenas,

Quisiera comenzar una serie de entradas describiendo la experiencia de crear una Consejería de Ciencia desde cero… e intentar no morir en el intento. Creo que las vivencias que vaya teniendo estas semanas podrían serle útiles a cualquier persona que, dentro de unos años, se anime a asumir este mismo reto, máxime si es alguien totalmente ajeno a la gestión y muy cercano a la ciencia y al emprendimiento como es mi caso. Voy a hacerlo en forma de hebdomadario, es decir una suerte de «diario semanal»; ¡comprometerme a escribir cada día es literalmente imposible!.

Pues muy bien, ya ha pasado una semana. Lo primero que me doy cuenta es que me ha felicitado mucha gente, pero también hay mucha gente que me ha dado el pésame. Esto sólo hace que animarme aún más y autoexigirme con mucha más fuerza para cambiar este clima de pesimismo en el que vive nuestra sociedad. Aunque ya sabéis que muchas personas adoran pasar el día quejándose. Tenéis que ser conscientes que, dando el paso hacia el poder ejecutivo, estaréis seguramente sacrificando vuestra proyección profesional sólo por tratar de cambiar las cosas. Por supuesto que esta panda de cenizos no se lo van a creer, qué sabran ellos de abandonar no sólo su trabajo, sino su hobbie y su vocación. Ya lo digo de frente: esta gente no me aporta y no voy a perder el tiempo con ella más que los 5 minutos de rigor que se exigen los negociadores neerlandeses. Pienso que el éxito en una tarea no es sólo cuestión de experiencia, es cuestión de capacidades, de ser capaz, y no es una cuestión de tener el poder en la cúspide de la consejería, es una cuestión de poder cambiar cosas. ¿Te sientes capacitada, te sientes capacitado a ponerte al frente de una Consejería de Ciencia? Elabora bien tu estrategia y hazlo con un fuerte compromiso, ya que el compromiso asegura el éxito (nunca se me olvidará esta frase que me dijo el Dr. López Otín). En mi caso llevo año y medio planeando mi estrategia, eso me lo guardo como knowhow particular :).

El «palabro» que mejor describe esta semana es el de «aporrizaje». Este término me lo explicó una buena amiga del instituto (Ana Goberna) que trabaja en Iberia, y es lo que al parecer hacen los pilotos de los aviones comerciales al aterrizar cuando la pista esta mojada. Si os fijaís, siempre lo hacen bruscamente, pero es un simple tema de maximizar la adherencia de la aeronave a la pista en ese instante tan crítico: «si aterrizas duro, aterrizas seguro» me parece que dicen. Pues eso, un científico del CSIC sentándose en un despacho de la Consejería de Ciencia hace eso: aporrizar. Lo que ocurre es que cuando aporrizas con dos secretarias como María y Sonia, todo es más fácil. Conjugan la sensatez de la experiencia y las ganas de la juventud, el profundo conocimiento de la administración y la sensación de que hay ciertas cosas que deben cambiar, como por ejemplo el trato, la relación y la cercanía con nuestros equipos. Es agosto, y como suele decir la sabiduría popular «no hay ni el tato». Durante los próximos días la gente de los distintos servicios volverá de vacaciones y los iré reuniendo para explicarles mi modo de trabajo, que principalmente se apuntala en: 1. no tener tener miedo a equivocarse, 2. ser ejecutivos y cumplir los plazos, 3. ser parte de un equipo: los aciertos y los fallos son los de todos, 4. lealtad y compromiso y 5. coordinar que cada persona haga lo que mejor sepa hacer. No es esta una cuestión baladí, necesito a los y a las mejores.

Mi Consejería hay que crearla de cero, ¡qué gran reto!. Hay que reorganizar alguna cosa en aras de optimizar ciertos procesos, pero antes de eso necesito contar con un equipo de mi plena confianza. Es lo que se denomina el Gabinete: personas que complementen sus competencias y que sean mi defensa y cortafuegos para que yo tenga que estar a lo que debe estar un consejero: a implementar estrategia. Ahora mismo estoy en la tarea de encontrar una jefatura de gabinete que complemente mi ingenuidad política, y también una persona con dominio de la jurisprudencia que ocupe la Secretaría General Técnica (SGT). Es decir considero que necesito un perfil político y otro jurista (otra persona podría considerar otros perfiles). La SGT es esencial ya que será la responsable de redactar el Decreto que sustente jurídicamente la organización de la nueva Consejería de Ciencia (que sí… que no existe, que hay que crearla de cero, lo habré dicho 20 veces en una semana). A partir de ahí y de su publicación en el BOPA hablaremos de Direcciones Generales, de Servicios, de Instituciones que dependan de la Consejería de Ciencia, podremos tener presupuesto… A ver si en mes y medio lo tenemos resuelto. Seguramente el fin de semana que viene pueda hablar más de la importancia de estos puestos, pero primero esperemos a que se incorporen al Gabinete.

En una Consejería de Ciencia es muy importante la comunicación, no solo con respecto a la relación con los medios (lanzar convocatorias, redactar notas de prensa, sincronizarse con Presidencia…) sino en todo lo que atañe a visibilizar todo lo que se hace, sobre todo en redes sociales. He tenido la inmensa suerte de encontrarme con Blanca, Jefa de Comunicación, Periodista, comprometida con la Ciencia, y que va a tener no sólo la dura (pero gratificante) tarea de llevar la comunicación, sino de prepararme el terreno antes de las entrevistas. Lo decía antes, carezco de cintura política, y es crucial que una persona como Blanca sepa pulir mi discurso y hacerlo no sólo políticamente correcto, sino más amable y coherente. Tantos años de recortes y de desprecio para y con la ciencia pues… me han dejado el corazoncito resentido, pero esto se irá solventando: hay que mirar hacia delante y no lamentarse de lo que se pudo hacer y no se hizo.

También es muy importante el soporte jurídico, para el que tengo no solo la suerte, sino el placer de contar con un catedrático en… mejor me reservo esto de momento. Esta persona y su equipo miran hasta la coma las cosas que os pasarán «a la firma» y que en su inmensa mayoría son trámites que vienen heredados y que no se pueden bloquear. Pero claro… sois nuevos, no firméis lo primero que os enseñen sin antes aseguraros bien de que jurídicamente todo está OK, sobre todo si no pierden el tiempo en explicároslo. Ser unos expertos en jurisprudencia os llevaría 20 años, no merece la pena, contad con un experto y que a poder ser sea diputad@ en vuestro Gobierno Regional. Así he procedido yo.

La primera semana ha sido también la ocasión de ponerse al día con las Direcciones Generales (DGs); eso se llama despachar. Ahí como digo te pones al día de las cosas que están en marcha, los planes a corto etc. En mi caso por ejemplo ya estoy al día de todo lo que concierne a la Universidad, a la Investigación y a la Innovación con excepción de los presupuestos. Eso para esta semana. Aunque se os ponga la cabeza como un bombo (Speaking in silver: «I have my head like a bass drum»), conviene que mientras vais atisbando cómo desplegar vuestra estrategia os pongáis al día de las cosas en marcha. La primera semana es también la del primer Consejo de Gobierno (realmente el segundo), donde se aprueban cuestiones urgentes y que son vitales para que no se paren los procedimientos y expedientes en marcha. No lo olvidéis, habéis venido a gobernar. Como parte de un gobierno progresista, hemos prometido sobre la Constitución Española y sobre el Estatuto de Autonomía del Principado de Asturias no revelar nada de lo que ahí se hable. Pues así sea. Sólo voy a destacar la interdisciplinariedad, la intergeneracionalidad y la complementariedad técnica del equipo de gobierno, destacando la figura del Vicepresidente, quien se conoce la administración al dedillo y aporta esa gran dosis de conocimiento y seneridad que nos hace falta en estos momentos de arranque. Destacar la figura del Presidente sería de una obviedad manifiesta: todo esta posibilidad de cambio se la debemos a él.

En conclusión, lo que os espera la primera semana de llegar a la Consejería es poneros al día con las DGs, componer vuestro gabinete, si la Consejería es de nueva creación captar un buen perfil para la SGT y asistir seguramente a algún acto público. En estos os asaltarán dos tribus: la de los «hayque» y la de los «quehaydelomío». Pero también haréis contactos interesantes, qué duda cabe, solo es cuestión de que sigais vuestros feelings y de que hagáis un buen escrutinio de las personas. No perdáis el tiempo con alguien que no os lo de a vosotros, y confiad en la gente hasta que os traicione, estarán poniéndose de espaldas al o a la Consejera. Mucha gente no entiende, creo que por la misma ignorancia con la que llegué yo a la Consejería de Ciencia, lo importante que es centrarse durante las primeras semanas en la estructura y en el equipo que os acompañarán los siguientes 4 años. Mi consejo es que pongáis el inhibidor de frecuencias selectivo y que os focalicéis en lo importante.

Por cierto, es muy emocionante el primer acto público, las primeras palabras. En mi caso fue en la inauguración de un curso en La Granda (https://ec.europa.eu/growth/industry/innovation/facts-figures/regional_en), con la asistencia de los principales actores del ecosistema innovador asturiano. El último consejo, procurad estar en esos foros clásicos, pero id también a otros más innovadores a conocer otros perfiles: linkedin es una fuente inagotable de estos últimos.

Un saludo

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