Diario de un Consejero de Ciencia.
Semana 11.

Por Borja Sánchez.

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Bienvenid@s a una nueva tirada de este diario. Once ya son las semanas en consejería (a Javi deben de estar doliéndole los ojos al leer tan extraña construcción sintáctica). Si voy a estar 4 años, es decir 208 semanas (a razón de 52 semanas por año), eso quiere decir que ya he “gastado” el 5% de mi tiempo. Si paso 19 veces más por este proceso, habré llegado al fin de la legislatura… ¡tempus fugit!

La semana pasada, con el tema de la comparecencia ante los diferentes grupos parlamentarios, me quedó sin comentarles la visita teatralizada que hicimos de la mano del Trasgu la Fronda, una empresa asturiana que se dedica a organizar diferentes actividades culturales. Entre ellas, se encuentra una ruta por los paisajes que inspiraron a Armando Palacio Valdés a escribir La Aldea Perdida, ruta que recorrimos en compañía de algunos de sus personajes y que finalizó con algo muy asturiano: una “espicha”. Si quieren conocer un pedacito de nuestra cultura, visitas como esta son altamente recomendables.

Bailando complicadas danzas regionales con la tataranieta de Armando Palacio Valdés 😀

Mientras recorríamos los diferentes parajes localizados en Entrialgo, Villoria… no pude dejar de pensar en las razones que llevaron a Palacio Valdés a escribir esta novela a principios del siglo XX. Resulta que la inminente llegada del ferrocarril a Pola de Laviana, resultado de la industrialización, amenazaba por un lado con alterar el paisaje donde había pasado los veranos en su infancia, y por otro hacía que se abandonasen las labores propias de la agricultura y la ganadería en pos de la más rentable minería. Qué cosas, si Palacio Valdés levantase la cabeza y viera que 120 años después estamos persiguiendo todo lo contrario, realizar una transición energética e impulsar el sector agroalimentario de nuestra región. Por cierto, Palacio Valdés veraneaba en Entrialgo (Laviana) y un co-tertulio suyo se casó en Sotrondio, no muy lejos de allí, me refiero a Leopoldo Alas “Clarín”

Llegada a las instalaciones de El Trasgu la Fronda

En el impulso del sector agroalimentario y de la biotecnología de nuestra región es destacable la apuesta de Corporación Alimentaria Peñasanta SA (CAPSA) con su programa VIDA, iniciales de Vehículo de Inversión para el Desarrollo de la Alimentación. Este fondo persigue fomentar y financiar proyectos innovadores (por ejemplo en start-ups) que traten de visualizar cómo será la alimentación del futuro. Son muy buenas noticias para el Principado de Asturias que una empresa del tamaño de CAPSA siga esta estrategia, ya que tener una empresa con su capacidad de tracción y de llevar la marca Asturias a todo el mundo (¿cuántas veces ha visto la marca Central Lechera Asturiana en la televisión?), hará más fácil conformar un ecosistema de empresas innovadoras que impulsen uno de nuestros potenciales: la alimentación y la biotecnología. De nada sirve la inversión si no podemos crear ecosistema.

En la rueda de prensa de la presentación del programa VIDA de CAPSA

Si la semana pasada les decía que Asturias había vivido un momento histórico con la comparecencia sobre Ciencia, Innovación  y Universidad, al ser la primera vez que en la Junta del Principado se debatía durante una jornada completa sobre  Ciencia, lo del martes día 8 no fue menos importante. La apertura del ciclo político la protagonizó una pregunta del Grupo Parlamentario Ciudadanos dirigida al Gobierno, en el que preguntaba (el término técnico es interpelación) sobre la Política Científica de mi Consejería en general y en particular por la implementación de un modelo de carrera científica. Y ahí estaba la Catedrática de Morfología y Biología Celular Ana Coto (Ciudadanos) y el que escribe estas palabras mano a mano, debatiendo sobre temas tan importantes como el retorno y atracción de talento, pero también sobre qué hacemos con investigadores que están acabando sus programas postdoctorales senior, que tienen un alto nivel, pero que no tienen posibilidad a corto plazo de seguir desarrollando su labor científica en Asturias.

La Diputada Ana Coto (de azul celeste, a la derecha) y un menda en el centro, debatiendo durante el pleno de la Junta.

Les repito, un momento histórico, dos científicos debatiendo en la Junta, pero no podemos conformarnos con esto, necesitamos muchos más. No os conforméis con escribir artículos protestando; eso está bien, pero hemos innovado poco en ese sentido (cualquier pasaje de Ramón y Cajal reclama lo mismo que nosotros… 100 años después). Las cosas tienen solución, pero necesitamos científicos en política, en el Legislativo, en el Ejecutivo… porque si no la política científica nos la harán otras personas. No me arrepiento ni lo más mínimo de haber dejado en pausa mis proyectos, aquí voy a ser muy útil.

Debatiendo sobre el modelo de carrera científica a implantar en Asturias

Entre debate y debate, seguimos perfilando los presupuestos de 2020 con la intención de expandir el presupuesto en I+D+i y revertir así 10 años de desaceleración en términos de inversiones. No es algo fácil y seguramente las primeras décimas costarán más que las que vengan en el futuro, ya que no es sólo una cuestión de presupuestar más dinero, es cuestión de que el sistema lo pueda absorber, y el sistema necesita una buena repensada que se hará desde una Ley de Ciencia. Y redactar una ley… estamos hablando de que tenemos que comenzar a trabajar ya en ella si queremos que esté en condiciones de ser aprobada antes de que acabe la legislatura. El compromiso del Gobierno de Asturias con la ciencia es inequívoco, tenemos el objetivo fijado en estar en el 2% de inversión en términos del PIB, y sumando esfuerzos públicos y privados, dentro de 4 años. Desde la administración tenemos el derecho de ser ambiciosos, y esa es nuestra meta, pero tiene que ser una meta sostenida en el tiempo. La inversión en I+D+i es como la innovación, no es algo que uno haga una vez en la vida, es algo que debe hacerse continuamente si se quiere notar los retornos y beneficios. Por eso vuelvo a la importancia de tener a una científica en el legislativo asturiano, y a un científico en el ejecutivo. Créanme, no hay sesión parlamentaria en Asturias donde no salga a relucir la ciencia, la investigación, la innovación y su importancia para garantizarnos nuestro futuro. Eso ya es un retorno.

En este sentido es muy importante que configuremos, entre todos, iniciativas como las misiones científicas que vamos a lanzar en el Principado el año que viene: definir perfectamente las misiones, los objetivos, la duración… Todos debemos participar, como hicimos el jueves pasado muchos de los actores principales en el ecosistema científico e innovador asturiano. Ahí estábamos casi todos, el Gobierno, la Universidad, el CSIC, Centros Tecnológicos, empresas… La reunión era una primera toma de contacto con la metodología, identificar organizaciones que tengan que estar en las siguientes reuniones (como las Cámaras de Comercio) y sobre todo ponernos de acuerdo. No será fácil pero hay que intentarlo, sólo se trata de querer ser constructivo y pensar en lo mejor para Asturias. De momento el experimento va bien, la interlocución con el Gobierno debe seguir y seguramente nos irá costando cada vez menos estar en este tipo de comités.

Primera reunión para configurar 2 grandes misiones científicas para Asturias.

El viernes realizamos una visita al Ayuntamiento de Belmonte de Miranda para conocer de mano de su Alcaldesa, Rosa, los problemas de un Concejo de poco más de 1000 habitantes, cuya capital se sitúa en un enclave precioso a orillas del río Pigüeña. Desde Oviedo llegar a Belmonte lleva poco más de 35 minutos por una carretera muy buena (la mayor parte es autopista) y forma parte de esa Asturias rural que está llena de oportunidades. A quién, con las posibilidades que abre el teletrabajo, no le gustaría vivir en una población como Belmonte, con su calidad de vida, sus precios, poder llevar a los niños andando al colegio… Y cuando tengas que ir a Oviedo… 35 minutos en coche y estás en el centro comercial más grande de Asturias, Cudillero (me encanta Cudillero) a 50 minutos, el aeropuerto a 40, y estás viviendo a 50 minutos de Somiedo. Conectar a internet de forma adecuada estos enclaves (como Belmonte hay muchos más en Asturias) es uno de nuestros retos, reto que esperamos afrontar desde el apoyo presupuestario que requiere ser ambicioso y llevar una buena conexión de internet a la Asturias rural. Pensemos tanto en las posibilidades que le abre a gente que ya tiene casa ahí y que puede ahorrarse un coste fijo, como para las oportunidades para abrir nuevos negocios. Créanme que en Asturias se vive muy bien.

Pero la mayor sorpresa de Belmonte me esperaba al final. Después de visitar la Casa del Lobo, que por cierto me sé de un peque al que le va a encantar, me llevaron a conocer a l@s alumn@s del Colegio. Me encontré con un grupo de no más de 20 alumn@s, que trabajan por proyectos, que tienen interiorizada la metodología STEAM, que tienen un equipo de profesoras muy innovador, que me dieron una conferencia sobre las excavaciones en las que el equipo de la Profesora Margarita Fernández Mier realiza en el antiguo emplazamiento del antiguo Monasterio de Santa María de Lapedo, y en la que ellos mismos habían participado, que me hablaron de la Desamortización de Mendizábal (curioso en una sociedad como la española para la que parece ser que no hay historia antes de la Guerra Civil) que me entrevistaron, que hablamos de ciencia, de música, de arqueología, de tecnología, de fórmulas matemáticas que los avances tecnológicos vencieron… Les estoy muy agradecido porque, hasta el momento, ha sido mi mejor día como Consejero de Ciencia. Y les dejé una pequeña confesión, si pudiera volver a tener 18 años y estudiar con lo que sé ahora mismo, estudiaría magisterio. Creo que es la profesión más importante, además también se puede investigar e innovar.

Siendo entrevistado. El lobito de peluche que le compré a Álex y que seguía con atención la entrevista, ha sido bautizado como «Pitutu». Cuando cuelguen el podcast lo publicaré aquí.

Para acabar, y ya que citamos a la profesora Fernández Mier, que sepan que una publicación suya está entre las más leídas de ResearchGate, y está escrita en asturiano; pueden acceder a ella haciendo clic aquí. Asturias, además de la biotecnología, la biomedicina, los materiales, las TICs… tenemos un patrimonio arqueológico que conservar y saber explotar. Esto no es ninguna incongruencia con el futuro tecnológico, no hay ningún tipo de incompatibilidad entre conservar nuestra cultura y nuestro patrimonio mientras nos embarcamos en el futuro de la mano de la ciencia, la tecnología y la innovación.

Ah no, para acabar de verdad. Un momento que todos recordamos de nuestra carrera científica es nuestro primer artículo, y eso es lo que le ha pasado a Raquel el pasado martes. Raquel está realizando su tesis doctoral sobre una tecnología que va a dar mucho que hablar en el futuro, así que… ¡felicidades!

En este email nos informan que el artículo, tras ser aceptado, ha entrado en producción. En seguida nos llegarán las pruebas de imprenta para corregir errores, y después… a publicarse.

¡Buenas noches!

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